Cómo el liderazgo basado en el miedo sofoca el crecimiento—y qué hacer en su lugar
Trabajé con un nuevo CEO que creía que el miedo era la herramienta más efectiva de liderazgo. En cada revisión trimestral, recordaba a sus ejecutivos: “Si no alcanzamos crecimiento de dos dígitos, algunos de ustedes no estará en esta sala el próximo trimestre”. Su lógica era simple: la presión impulsa el rendimiento.
Al principio, los números parecían darle la razón. Las metas se cumplían, los plazos se alcanzaban. Pero debajo del aparente éxito, la creatividad colapsaba. Nadie tomaba riesgos. La toma de decisiones poco a poco se alentaba porque cada elección parecía una trampa. La cultura se volvió de supervivencia, no de innovación. Las metas de R&D (I + D) eventualmente colapsaron. Y finalmente, el mismo miedo que debía motivar terminó paralizando al equipo directivo.
El miedo y la ilusión de control
El autor español Borja Vilaseca señala que el miedo es el mecanismo de control más poderoso de la sociedad. Se disfraza de seguridad, orden o tradición, pero en realidad su propósito es mantener a las personas dependientes de estructuras externas. En las organizaciones, el miedo funciona igual: alinea equipos a través de la obediencia, no del compromiso.
Durante crisis o recesiones, muchos líderes recurren al miedo pensando que así aseguran disciplina. Pero como observó Ferran Ramon-Cortés: “El miedo, por encima de todo, paraliza”. Bajo miedo, el cerebro reduce su capacidad. La creatividad disminuye. Incluso decisiones que normalmente tomaríamos de forma intuitiva se vuelven abrumadoras.
En otras palabras: el miedo no protege el rendimiento, lo sabotea.
La psicodinámica del miedo en el liderazgo
¿Por qué el miedo atrapa tanto a los líderes? Porque el miedo amenaza la identidad.
Muchos ejecutivos ligan su valor al control: de resultados, de equipos, de reputación. Cuando llega la incertidumbre, el miedo a perder el control los domina, y ese miedo lo proyectan negativamente en sus equipos.
La verdad incómoda es que los líderes que usan el miedo como látigo suelen cargar con miedos propios: a la irrelevancia, al fracaso, al no ser suficientes. Al transmitir esa ansiedad, crean culturas que reflejan su estado interno. Lo no resuelto dentro del subconsciente del líder, inevitablemente se replica en la organización.
Un camino diferente: del miedo a la resiliencia
Uno de mis clientes, un emprendedor en el sector tecnológico me confesó que no podía dormir porque temía constantemente que sus competidores lo superaran. Su solución había sido aumentar la presión: más horas, revisiones más estrictas, mayores exigencias. Pero esto eventualmente drenó la energía y la confianza de su equipo.
Cuando trabajé con él, lo animé a enfrentar sus miedos en lugar de evitarlos, a corregir patrones destructivos, a redefinir su propia identidad. Descubrió que el problema no eran sus competidores: era su propia creencia de que ‘aflojar’ significaba ser un perdedor, ser un líder débil. Cuando dejó de reaccionar desde el miedo y empezó a fomentar confianza, algo cambió: su equipo se volvió más audaz. Trajeron ideas que antes callaban. Los resultados financieros mejoraron. Pero lo más importante: el equipo construyó resiliencia.
¿Qué significa esto para los líderes de hoy?
Si consciente (o inconscientemente) lideras desde el miedo, no estás construyendo compromiso, estás construyendo obediencia. Y la obediencia se rompe bajo presión.
El verdadero liderazgo hoy exige resiliencia, no intimidación. Requiere el coraje de enfrentar tus propios miedos para no transmitirlos a tu equipo.
El miedo siempre estará presente en momentos de cambio e incertidumbre, pero no tiene que dirigir el espectáculo.
Los líderes que reemplazan el miedo por confianza, consciencia y autenticidad crean culturas donde florece la creatividad, y donde la gente da lo mejor no porque tema fallar, sino porque se siente segura para triunfar.
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En Re.Thrivin’™, ayudamos a los líderes a liberarse de los ciclos basados en el miedo. Juntos, descubrimos los patrones inconscientes que están guiando tu forma de liderar para que puedas crear entornos de confianza, resiliencia e innovación audaz.
Porque el liderazgo verdadero no vive en el miedo. Vive en el coraje, la claridad y la conexión auténtica.
Referencias
Ramon-Cortés, F. (2012, March 4). El miedo: ¿Estimula o paraliza? El País.
Vilaseca, B. (2012, July 15). El miedo al cambio. BorjaVilaseca.com.
